Puigdemont celebra la amnistía porque «legaliza el 1-O» e impulsa a Junts ante otro desafío al Estado
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No hubo delitos en todos los hechos que durante el llamado procés desembocaron en el referéndum del 1-O. Ese borrón y cuenta nueva es lo que pretende la amnistía que el PSOE está dispuesto a aprobar para sorpresa, incluso, de Carles Puigdemont. De ahí que Junts haya cambiado de estrategia ante la investidura y acepte ahora aparcar la reivindicación del referéndum. Entienden en Junts que deja sin efectos jurídicos los delitos y penas del procés dan «validez legal» al golpe y permite al fugado de Waterloo volver a declarar la independencia en base a los resultados del referéndum del 1 de octubre de 2017.
Aprovechar la amnistía, que obliga al Estado a olvidar los delitos que ocurrieron en Cataluña en 2017, es el camino elegido por Junts para volver a declarar la independencia en base a los resultados del referéndum 1 de octubre de aquel año. Con el delito de sedición derogado y la amnistía que obligará al Estado a olvidar los hechos punibles del 1-O, en Junts creen que «se dan las condiciones» para «hacer efectivo» el resultado de aquella consulta bajo el pretexto de que «no hay nada perseguible penalmente».
Desde Junts argumentan que con ambas decisiones políticas, adoptadas por Sánchez sin el aval de los tribunales, «el Estado reconoce que no hubo acto ilícito en la celebración del referéndum» por lo que «su resultado sigue siendo válido». Lo que, seis años después de su primera promesa electoral, en las elecciones autonómicas convocadas en base al artículo 155, JxCAT podría dar cumplimiento a su promesa de hacer efectiva la república catalana.
Dejar caer a Aragonés
Los planes de Junts, ideados desde Waterloo, pasan por dejar caer el Govern de Pere Aragonés al no apoyar los Presupuestos de 2024, obligándole en año preelectoral a entenderse con el PSC. Un papel con el que Salvador Illa no está dispuesto a tragar. Con un adelanto electoral y la amnistía, resumen las fuentes cercanas a Puigdemont consultadas por este periódico, podría ser el mismo ex president el que se presentase como candidato con la promesa de declarar la independencia.
Y es que el cambio de opinión de Sánchez y el PSOE con la amnistía cogió por sorpresa a los separatistas. En Junts prácticamente nadie se esperaba que los socialistas fueran a comprar su histórica exigencia, menos aún «con la rapidez que lo han hecho». Lo que ha situado al partido de Carles Puigdemont en una disyuntiva que no preveían hace poco más de dos meses, antes de las elecciones del 23 de julio.
Junts exigió la amnistía y el referéndum como posiciones de mínimos pensando que nunca se las aceptarían y que nunca tendrían que plantearse el votar a favor de la investidura de Sánchez. Pero la realidad les ha pillado con el pie cambiado y les ha obligado a tomar decisiones a contra reloj. Prueba de ello es la reunión de dirigentes y cargos institucionales que Puigdemont ha convocado la semana que viene en Bélgica «para ver qué hacer».
Los junteros explican ahora que «hay que ver cómo afrontar una negociación a la que íbamos de farol». Ante este nuevo escenario, tal y como avanzó OKDIARIO, los de Puigdemont priorizan la amnistía al referéndum, al que incluso están dispuestos a renunciar. Pero no porque desistan en su empeño secesionista, pues Junts pretende usar la derogación de la sedición y la amnistía para implementar el resultado del 1-0 otorgándole la «validez legal» que le retiraron los tribunales.